Gustavo Mas
PADE de INALDE
Las consideraciones que siguen nos vinculan con las cosas en particular y el mundo en general, con las posesiones materiales y la espiritualidad, con la forma en que desarrollamos nuestras actividades cotidianas y los criterios para ponderar, priorizar y asignar mérito. Algo que nos es útil sirve para un fin concreto, trae una comodidad, produce un provecho.
Algo que es valioso, en cambio, tiene una esencia diferente, una aptitud superior, respecto a lo que necesitamos y deseamos. Se relaciona con el poder que otorga y lo que concede y, rara vez, tiene relación con su precio o costo. Aunque la utilidad pueda diseñarla o definirla quien entrega el bien o el servicio, el valor lo asigna quien lo recibe y, siendo así, la valoración puede diferir para un mismo producto, prestación o relación.
Ambas nociones habilitan mayores capacidades de hacer y de ser. Las herramientas de trabajo son un buen ejemplo de utilidad ya que permiten hacer más y mejor. De otro lado, tener salud, es una condición que empodera y viabiliza todas las actividades humanas. Algo útil suele usarse y podría conservarse o desecharse una vez agotado. Algo valioso suele atesorarse, protegerse e inclusive admitiría ser legado. El propósito de apropiarse de esta distinción es alcanzar un discernimiento de significados que ilumine posibilidades antes no imaginadas.
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