INALDE Business School realizó la ceremonia de cierre del PDD II 2025, una promoción que reunió a directivos y empresarios de distintos sectores y que se integra desde ahora a la comunidad Alumni de la Escuela. Fue un encuentro marcado por la gratitud, la amistad y el llamado a ejercer un liderazgo más humano y responsable.
Lee también: "Ana Milena Mejía, PDD, nueva directora general de la Defensa Civil Colombiana - INALDE Business School"
Javier Hernández: sembrar esperanza desde la dirección
En su intervención, Javier Hernández, director de Executive Education, dejó tres reflexiones. La primera: como directivos, están llamados a ser “sembradores de esperanza” en sus equipos y en sus organizaciones, proponiendo siempre un futuro mejor.
La tercera reflexión insistió en el valor de la red que se ha tejido en el programa. Recordó que no están solos, que cuentan con una comunidad de amigos, colegas y profesores que los apoyará: los animó a seguir encontrándose, a cuidar los lazos y a cultivar la amistad que nació durante el PDD II 2025.
Un cierre con orgullo y gratitud
Durante su mensaje, Obdulio Velásquez, director general de INALDE Business School, destacó la alegría de terminar “un ciclo formativo muy especial, que ha transformado nuestra forma de vernos como directivos y empresarios”, y el orgullo de sumarse a cerca de 8.000 graduados de la comunidad Alumni de INALDE.
Al final, dirigió unas palabras a los nuevos graduados y a sus familias: los felicitó sinceramente y les recordó el sello de la Escuela: “INALDE, mejores personas, mejores empresas, mejores oportunidades”.
El presidente de promoción: Dios, la familia y el servicio
En nombre de la promoción, el presidente del PDD II 2025 compartió que este programa ha sido un viaje exigente por la estrategia, las finanzas y el liderazgo, vivido a la luz de una metáfora muy especial: tres “asteroides” que resumen el camino del directivo: Dios, la familia y el propósito de servir.
Recordó que la soledad en la alta dirección puede sentirse como un desierto, pero también puede ser un lugar para reencontrarse con lo esencial: la fe, el sentido de trascendencia y la dignidad de cada persona. Señaló que la autoridad del directivo se entiende mejor cuando se vive como servicio humilde a los equipos y a la sociedad.
La ceremonia cerró con un mensaje común: la formación no termina con la clausura del programa. Desde la dirección de INALDE se invitó a los nuevos graduados a seguir vinculados a la Escuela, a aprovechar las oportunidades de formación continua y a mantener viva la comunidad del PDD II 2025, un grupo que, además de compartir aula y casos, ahora comparte propósito, gratitud y compromiso con el país.
Contenido recomendado: "Distinciones: Datos vs historias - INALDE Business School"
