Sin duda alguna, la pandemia ha impactado todos los sectores económicos del país desde hace más de nueve meses. Una de las industrias más afectadas fue la de los alimentos y durante un largo tiempo, los restaurantes, por ejemplo, tuvieron que cerrar sus puertas al público.
Sin embargo, este momento se convirtió en una gran oportunidad para Paola Quinn, CEO de La Tarta y co-founder de El Regio Pollo Casual y Executive MBA 2016 de INALDE Business School. Este tiempo no solo sirvió para reinventar sus restaurantes como marca sino también para unir aún más a su talento humano, que reúne a más de 40 personas, y la experiencia de sus clientes en medio de la coyuntura.
Por esto hablamos con Paola acerca de los retos y oportunidades a los que se enfrentaron a causa de la pandemia, cómo el Executive MBA de INALDE la ayudó a tomar mejores decisiones en esta situación de incertidumbre y cuál ha sido la historia de marca y reinvención de La Tarta y El Regio Pollo Casual.
INALDE: ¿Cómo nace la idea de adquirir una pastelería y panadería como lo es La Tarta? Y, ¿en qué momento decides crear la marca El Regio Pollo Casual?
Paola Quinn: Mi esposo es chef y economista y yo toda la vida he trabajado en multinacionales de consumo masivo en las áreas de marketing y ventas, pero siempre me ha apasionado el emprendimiento y sobre todo en el ámbito gastronómico.
Desde hace dos años teníamos la idea de crear una empresa propia, y después de negociar, este año comenzamos a dirigir La Tarta, una pastelería que lleva 16 años en Bogotá y se creó inspirándose en los productos franceses.
Esta idea inicia cuando decidimos crear la marca El Regio Pollo Casual, que hoy en día es un restaurante que manejamos con estilo de comida local. Este es un pollo al horno marinado con sal marina, especias naturales, con procesos que hacen que el producto sea más fresco y jugoso y con acompañamientos de puré de plátano con queso y bocadillo que nos recuerdan lo deliciosas que son las recetas colombianas.
En estos dos años la marca ha crecido y con la compra de La Tarta decidimos introducirnos en ese sueño de seguir construyendo en el ámbito gastronómico.
“Para nosotros la prioridad es construir. Construir país, empleos, nuevas experiencias para nuestros clientes, construir un mejor servicio”
INALDE: ¿Cómo afrontaron el proceso de la pandemia durante estos meses y qué desafíos y oportunidades descubrieron?
PQ: Comenzamos a dirigir La Tarta en febrero de este año, justo un mes antes de que se declarara la pandemia. Fue una locura porque nadie se imaginó que íbamos a enfrentarla, que los negocios, especialmente de la industria gastronómica, iban a cerrar. Fue un golpe muy fuerte para este sector, incluyéndonos, y un periodo de mucha incertidumbre para las 26 familias que dependían de las dos marcas, pero nunca hubo una alternativa de cerrar.
Para nosotros la prioridad es construir. Construir país, empleos, nuevas experiencias para los clientes, construir un mejor servicio. Siempre ha sido esa nuestra visión y decidimos que no íbamos a permitir que se acabara ese sueño. Y así, en medio de la pandemia, las dos marcas logran sobrevivir y crecer, lo cual nos enorgullece de sobremanera porque al final una situación retadora la convertimos en oportunidad.
A pesar de haber cerrado el servicio de comedor, que era una importante parte de la facturación, creamos las experiencias La Tarta, que son anchetas, desayunos sorpresa y regalos. Decidimos que en medio de una situación así teníamos que seguir siendo conectores de felicidad, de compartir momentos y, ¿por qué no llevar eso a nuestros clientes hasta sus casas? Así surge esa reinvención de La Tarta, con su unidad de negocio de experiencias que ha sido un éxito rotundo.
Por su parte, con El Regio Pollo Casual comenzamos a hacer domicilios con domiciliarios propios, con todos los procesos de bioseguridad. Además, creamos un nuevo menú de bowls saludables para las personas que están en home office, no tienen tiempo para cocinar y quieren un menú saludable.
INALDE: ¿Cómo puedes describir tu trabajo como CEO de La Tarta y El Regio Pollo Casual? ¿Qué es lo que más te emociona?
PQ: Hace cuatro meses renuncié a mi trabajo en Clorox Company y me dediqué completamente a la empresa, en medio de una pandemia.
Mis días hoy son bastante acelerados. Si la vida antes era agitada, en este momento eso no cambia, porque todo el tiempo piensas en cómo hacer crecer tu marca, cómo hacerse diferente, cómo crear nuevas experiencias, cómo ser ese espacio de marca disruptivo. De igual forma, es muy emocionante y una de las cosas que hace la diferencia es ver cómo lo que comienzas lo terminas y tú mismo ves los resultados.
Por otra parte, lo que más me emociona y me encanta es crear. Por ejemplo, cuando viajamos con mi esposo y vemos experiencias que nos gustan nos encanta traerlas y reinventarlas, para que también las vivan nuestros amigos, familiares y clientes. Crear o replicar, porque replicamos un concepto en un momento determinado, es lo que más emociona y esto al final es más emocionante que cualquier transacción.
“Decidimos que en medio de una situación así tenemos que seguir siendo conectores de felicidad, de compartir momentos”
INALDE: ¿En qué momento de tu vida y por qué decides hacer el Executive MBA en INALDE?
PQ: A los siete años de trabajar en Procter & Gamble en el área de marketing y ventas y trade marketing, sentía que algo me hacía falta. Estaba muy enfocada en un área específica y cuando iba a reuniones con otras áreas me faltaba esa milla extra para entender el panorama completo de la empresa y accionar de manera más acertada.
Decidí que no quería enfocarme en ser una persona muy sólida únicamente en un área, sino que, con nuevas habilidades, podía enfocarme en el panorama completo. Quería formarme más y ahí comienza mi inquietud e interés en el MBA.
INALDE: De los dos años de experiencia que viviste en el MBA, ¿qué es lo que te llevas y cómo lo aplicas hoy en día?
PQ: Me llevo dos cosas. La primera es que aprendí a conectar los puntos de la empresa que es la base del emprendimiento. Lo que hizo INALDE por mí fue entender que tenía esas habilidades y ayudarme a potenciarlas para ser empresaria; entender de recursos humanos, juntas directivas, gerencia, del factor de productividad, de los procesos operacionales, de tantos fatores que hoy son naturales en mi trabajo y que antes no veía o veía parcialmente.
INALDE me permitió conocer más para saber dirigir, porque eso se necesita cuando se es empresario, saber hacia dónde va cada cosa, conectar los puntos, delegar, ejecutar y hacer que pase.
Lo segundo que me llevo es perderle el miedo a emprender. Para mí el concepto de Nuevas Aventuras Empresariales - NAVES fue espectacular, porque de una idea tan sencilla surge una empresa y en ese momento nació mi amor por crear y desarrollar una marca. Creo que lo más importante es tener una visión y enfocarse, después de esto las otras cosas se pueden buscar. Perderle el miedo a emprender y dirigir fue algo que INALDE me regaló.
“Lo que hizo INALDE por mí fue entender que tenía habilidades y ayudarme a potenciarlas para hacerme empresaria. Perderle el miedo a emprender y dirigir fue algo que INALDE me regaló”
INALDE: ¿Cómo desde tu trabajo has inspirado y puedes inspirar a más personas a trabajar con el corazón día a día?
PQ: Estoy convencida de que las cosas que se hacen bien resultan bien y cuando uno trabaja con el corazón, con esa pasión, con la ilusión y determinación de ayudar a los demás, de hacer que las cosas sigan creciendo y construyéndose, todo sale bien.
Para emprender con el corazón se necesita tener un sueño que alcanzar. Yo creo que muchas personas sienten que tener sueños a veces es algo que simplemente se queda ahí, en un papel, en un pensamiento, pero cuando uno tiene determinación de cumplir ese sueño y busca las maneras de llegar a él, se cumple. Ese es el legado que quiero seguir construyendo con mi familia y equipo de trabajo, hacer que las cosas pasen.
INALDE: ¿Qué consejo le puedes dar a los líderes del país y emprendedores para no desistir en medio de esta coyuntura y reinventarse?
PQ: Creo que lo más importante es entender qué necesita nuestro cliente, nuestro consumidor, qué les duele hoy en día a las personas, qué les hace falta. Por ejemplo, a muchos les hace falta sentirse seguros y estar con sus familiares y ahora, ¿qué podemos los empresarios, directivos y emprendedores hacer por eso?
No hay que rendirse, siempre existen alternativas para llegar a algún lugar. Evaluemos qué opciones hay, pero no desistamos. Hay muchos caminos para perseguir ese sueño y es algo que no podemos olvidar, aún más en un país donde el empleo lo generan las pequeñas y medianas empresas.
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