Las mujeres siempre han tenido un rol importante en los negocios familiares, sea como el trono detrás del poder, la persona que lleva los libros o como quien mantiene la estabilidad emocional del negocio.
Tradicionalmente, la tendencia se ha basado en no incluir a las mujeres formalmente en los negocios, pero dada la evolución que ellas han presentado en la sociedad, cada vez se encuentran más involucradas o en el caso de no estar involucradas, al menos más preparadas.
Es muy común encontrar dentro de los posibles sucesores de un fundador a mujeres tan o más capacitadas que algunos de los hombres. En Estados Unidos, en 1994 los estudios señalaban que tan solo el 2% de las hijas tenían posibilidad de convertirse en las sucesoras de sus padres. En un estudio reciente (2005), el 9.5% de las empresas familiares reportan tener un CEO femenino, pero más notable aún es que para los próximos 5 años se espera que el 34% de las empresas tengan una CEO mujer.1
No por esto sería justo decir que las oportunidades entre géneros se ha logrado completamente, ya que continúan existiendo ciertas tradiciones que soportan la exclusión de la mujer en el ámbito empresarial. Sin embargo, vale la pena señalar que el rol de la mujer ha evolucionado a uno más activo y participativo que en tiempos pasados, ya que hoy en día se toman en cuenta mucho más las capacidades, cualidades y habilidades específicas de los profesionales, hecho que favorece al género femenino en el momento de aportar a la empresa en general y específicamente a las empresas familiares, tema que profundizaremos en este artículo.
El área de investigación en la empresa familiar es relativamente joven, cuenta con una trayectoria de 30-35 años; y más reciente aún, y poco investigado en Colombia, es el tema del rol de la mujer en la empresa familiar. Por este motivo, a través de este artículo queremos iniciar un espacio de investigación, reflexión y participación sobre el papel que desempeña la mujer en los negocios familiares, sobre los diferentes roles que asume diariamente en el negocio y en su familia, sobre su aporte a la continuidad del negocio y la armonía familiar y sobre los retos y oportunidades que enfrenta constantemente cuando decide ser una participante activa del negocio. Este artículo se ha basado, principalmente, en bibliografía extranjera, debido a la falta de investigación propia de nuestro contexto. Sin embargo, en un futuro cercano esperamos contar con investigaciones2 que caracterice a la mujer colombiana dentro de las empresas familiares de nuestro entorno.
Roles de la Mujer en la Empresa Familiar3
A través de los diferentes roles, se presenta una característica innata de la mujer, indispensable para entender sus roles, relaciones y comportamientos dentro del contexto de la empresa familiar: ella se define en relación con los demás y su intención de ingresar a la empresa familiar está motivada por el ánimo de conservar la unidad y armonía de su familia4. Son precisamente estos aspectos los que conforman las ventajas competitivas que una empresa familiar presenta frente a otras que no lo son. Teniendo en cuenta estas características, presentamos los diferentes roles que puede asumir una mujer dentro de la empresa familiar:
- Rol de Fundadora: Cada día contamos con más mujeres fundadoras de su negocio que mujeres esposas de fundadores de empresas. En Estados Unidos, se ha presentado un crecimiento del 42% en este aspecto del año 1997 al 2006.5 Las mujeres fundadoras inician sus negocios por diferentes motivaciones como aquellas intrínsecas (deseos de superación, desarrollo personal, espíritu emprendedor, independencia, necesidad de libertad y flexibilidad en su horario para equilibrar familia y empresa), extrínsecas (reconocimiento, búsqueda del éxito, dinero, poder) y trascendentes (cuando ella se define en torno a los demás pensando en el bienestar del otro, generación de empleo y oportunidades de superación a su comunidad, responsabilidad social de la empresa). Dentro de este rol también tenemos a la Co-fundadora, quien ha iniciado la empresa en compañía de su esposo, de su hermano, hermana o algún miembro de la familia, impulsada por motivos similares a la fundadora.
- Rol de Esposa: Es la persona que acompaña al fundador en la aventura de iniciar un negocio familiar. Es la compañera que ha vivido los éxitos, los fracasos, alegrías y tristezas dentro de este proceso. Como esposa, ella es la receptora de la información que su esposo le comparte sobre el negocio y en este punto es de vital importancia que tanto ella como él manejen con prudencia esta comunicación familiar-empresarial para evitar resentimientos por parte de la esposa en contra del negocio y de terceros involucrados en las operaciones del día a día. Esto evita que la esposa termine percibiendo a la empresa como una “amenaza” en contra del bienestar de su esposo y de su relación matrimonial. Dentro de este rol, se presentan dos caras de la moneda: La esposa en el palacio de cristal vs. La esposa accionista activa. Se presentan casos de esposas que viven inmersas en un palacio de cristal, disfrutando de todos los beneficios económicos que les genera la empresa familiar. Esta clase de esposa no se preocupa sobre el estado del negocio, sobre su futuro, su crecimiento, su estrategia y simplemente se dedica a gozar de los lujos, regalos y posición social. Inclusive, no se dan cuenta cuando el negocio está pasando por momentos difíciles, ya que su esposo no les comunican sobre el tema y a ella poco le interesa. Por el otro lado, se encuentra la esposa que asume un rol activo dentro del negocio, con apoyo de su pareja. Ella se preocupa por adquirir formación en empresa y en su negocio familiar, en estar preparada procesionalmente para afrontar los retos que genera el negocio día a día y ser un actor que aporta a la continuidad de la empresa.
- Rol de Madre: Bajo este rol, la mujer es la educadora de las futuras generaciones, ya sean generaciones sucesoras o propietarias de la empresa. La madre, en este aspecto es quien enseña a sus hijos los valores y principios que después serán reflejados en el negocio y trascenderán de generación a generación.Bajo el rol de madre, la mujer influye en otro tema crucial para la empresa y para la familia: conservar la unidad y armonía familiar. Sin embargo, no es un tema que sólo debe ser responsabilidad de la madre, ella trabaja en este aspecto debido a su instinto maternal y a su tendencia de darse a los demás.Es ella quien recuerda fechas de cumpleaños, navidades, año nuevo, quien organiza reuniones familiares los fines de semana y siempre encuentra un espacio para estrechar lazos familiares. Sin embargo, en ocasiones, la mujer en su rol de madre presenta una dicotomía entre unidad familiar y lo que realmente le conviene a la empresa, al pensar que para conservar la unidad, todos los hijos deben ser tratados por igual dentro de la empresa familiar, sin contar con que cada uno tiene unas habilidades profesionales diferentes que pueden ser útiles para el desempeño de la empresa. En ocasiones alguno de los hijos(as) no cuentan con la aptitud o el interés para trabajar dentro de la empresa y es en este punto en donde la madre, debe ser consciente de la importancia que tiene el que la empresa cuente con personas con las aptitudes y actitudes adecuadas para su buen desempeño.
- Rol de Viuda: Como viuda, la mujer debe enfrentarse a dos golpes, uno emocional al perder a su esposo y otro al enfrentar la crisis empresarial. En el caso en que esta viuda no sea una propietaria activa y desconozca el negocio, se enfrentará a un mundo extraño, en donde no conoce la estrategia del negocio, su estado, los directivos y empleados que trabajan en el, no conoce el futuro que quería su esposo para el negocio y debe enfrentarse sola sin personas de confianza que la apoyen en este duro momento. Por esta razón es importante que la mujer, con el apoyo de su esposo, se convierta en una accionista activa, enterada del funcionamiento del negocio y preparada profesionalmente para enfrentar situaciones difíciles.
- Rol de Hija: En el caso en que la hija quiera asumir el cargo de su padre, deberá enfrentar el estereotipo del primogénito sucesor frente a su familia y frente a los empleados y directivos de la empresa. Aunque históricamente los padres han preparado a sus hijos varones para recibir las riendas de los negocios, las relaciones padre-hija presentan ciertas ventajas. Usualmente, cuando los hijos ingresan a la empresa para trabajar con el padre (fundador) se presentan ciertos choques de género. Empieza una lucha por el “poder”, por el control de la empresa. Por el contrario, las relaciones padre-hija son menos contradictorias, ya que por un lado, los padres no ven en ellas una amenaza, y por lo tanto, logran escuchar sus ideas, opiniones y son, en términos generales más receptivos. Por su parte, las hijas corresponden a este sentimiento motivadas por el ánimo de ayudar a su familia a conservar la estabilidad emocional en la familia y en la empresa, y no necesariamente pensando en su progreso individual o sus logros personales. Como hija, la mujer debe aprender a conservar las buenas relaciones con su padre, pero sin sobreprotegerlo ni ocultarle aspectos importantes del negocio para no preocuparlo. La sobreprotección es otro estereotipo que debe enfrentar la hija, cuando su padre la considera la “niña de sus ojos” incapaz de enfrentar situaciones difíciles en la empresa y con los demás empleados. Los padres deben evitar al máximo este tipo de sobreprotección, ya que en la mayoría de los casos genera propietarias pasivas del negocio.
- Rol de Hermana: Culturalmente la hermana se enfrenta con el choque del “Hermano mayor”. Ella se convierte en el amortiguador de los conflictos entre su padre y su hermano y casi siempre termina convirtiéndose en la segunda opción para la sucesión, en caso en que su hermano no quiere posicionarse en este cargo. La mujer en su relación de hermana, y posible sucesora de su padre, debe trabajar por conservar las relaciones con sus demás hermanos y hermanas para evitar resentimientos futuros.
- Rol de Nuera: Es la esposa del hijo del fundador. Bajo su rol, debe contar con la virtud de la prudencia sobre lo que su esposo le cuenta del negocio y de su familia. Ella también debe saber manejar la recepción de toda la información para evitar crear resentimientos en su interior en contra de la familia de su esposo y de la empresa. En ocasiones es normal que la nuera se sienta asfixiada por la cultura de la familia de su esposa. Es una cultura familiar diferente a la de ella y puede llegar a sentir cierta imposición en cuanto a la forma de ver la vida y de educar a sus futuros hijos. También puede ser que la nuera no logre adaptarse a una familia de cultura empresarial absorbente en donde la mayor pasión es trabajar, sin permitir el compartir con su esposo todo el tiempo que ella quisiera. En este caso, ella sentirá al negocio familiar como una amenaza para su matrimonio. Sin embargo, en ocasiones, la nuera también puede ser considerada como una amenaza para el negocio y la unidad familiar, probablemente por la influencia que ella tenga sobre su esposo, hijo del fundador. Para este rol, es recomendable no tomar partido en situaciones de conflictos familiares, ser prudente y contar con actitud positiva frente al negocio familiar.Ya sea bajo alguno de los diferentes roles, la mujer debe estar preparada y adoptar una actitud activa frente al negocio y a la familia, para poder afrontar los retos que la empresa familiar le presenta.
Retos para la Mujer frente a la Empresa Familiar
La tendencia de la mujer por fomentar la unidad y la armonía familiar, las lleva a desempeñar un papel vital, no mejor ni más importante que el de los hombres, sino diferente.
Si es así, ¿Por qué no contamos con más sucesoras/directivas mujeres?
Primero porque se continúa privilegiando al hombre debido a un tema cultural y segundo porque los padres sienten la obligación de proteger a sus hijas de las difíciles situaciones laborales y profesionales que conlleva el diario vivir en una empresa.
Cabe anotar que entrar a suceder a un fundador tiene unos retos inmensos, este es el caso para hombres y mujeres, pero evidentemente es más difícil enfrentar este proceso para las mujeres que, no sólo tienen que demostrar que no le quedan grandes los zapatos de su padre, sino que como mujer tiene las capacidades para hacerlo.
La mujer de hoy se enfrenta ante la búsqueda del deseado equilibrio entre el desarrollo profesional, el desarrollo familiar y el desarrollo como mujer. Esto requiere una flexibilidad particular en el desarrollo laboral. Es muy común pensar que la empresa familiar se convierte en una opción para aquella mujeres que quieren mantenerse activas profesionalmente sin dejar de lado la familia. Es aquí donde se pueden presentar algunas dificultades ya que esto puede ser interpretado como una falta de compromiso con el trabajo y por lo tanto una salida fácil. Esto no necesariamente es cierto, ya que el hecho de tener flexibilidad no significa falta de compromiso en el cumplimiento de los objetivos, como lo plantean las nuevas políticas de empresas familiarmente responsables, que a su vez permiten crear una estructura que apoya a la mujer en su intento por conciliar trabajo y familia.6
Esta percepción sobre la falta de compromiso, tal vez explica el por qué las empresas familiares invitan a las mujeres a desempeñar trabajos “simples” y transitorios, sin pensar en su futuro potencial como líderes y directivas de la empresa. Y precisamente aquí esta el reto de ser una mujer en estos tiempos, ese doble rol que busca el desarrollo personal sin dejar de lado la familia.
Otro reto que enfrenta la mujer al ingresar a la empresa familiar es el diseño de su plan de carrera. Aunque la mujer esté motivada principalmente por conservar la unidad y armonía familiar, esto no significa que deba olvidarse de su plan de carrera profesional dentro de la empresa, un plan que le permita contar con claridad sobre lo que puede aportar, desde que cargo lo puede hacer y pensar hasta donde quiere llegar, sin autolimitarse, estableciendo prioridades en su proyecto de vida.
El Aporte de la Mujer a la Empresa Familiar
Características innatas de la mujer por el hecho de ser mujer, le permiten realizar aportes a la empresa familiar en aspectos como:
- Competencias directivas7: actualmente, las competencias directivas que son mucho más valoradas por las empresas, son competencias que desarrolla la mujer dentro de su entorno familiar, como esposa y como madre, considerando a la familia como una escuela de competencias directivas como: a)La orientación al cliente: La mujer se define a si misma en relación con los demás, su pensamiento contextual le permite comprender las necesidades de una persona dentro de su propio contexto, su capacidad de percepción le permite aportar soluciones adecuadas. Si lo analizamos desde el ámbito familiar, la mujer desarrolla esta competencia frente a su esposo y a sus hijos; la dedicación y atención son aspectos que desarrolla constantemente y por lo tanto, es mucho más fácil transmitirlo al cliente en el ámbito empresarial; b)Liderazgo enfocado en valores: El cual se hace posible mediante el ejemplo; c)La iniciativa: En donde el ser recursiva le ayuda a iniciar proyectos y tomar decisiones; d)El trabajo en equipo: Por su intención de comprender, su sensibilidad aplicada a la dirección de personas, por la tendencia a solucionar conflictos, el trabajo en equipo fluye en una forma más organizada y eficiente. Debido a la conciliación de horarios entre familia y trabajo, las reuniones laborales toman un sentido más práctico, concreto y ágil.
- Participación de la mujer en la empresa familiar: Cuando una mujer se encuentra posicionada en un rol activo dentro del negocio, trabaja por fomentar la participación de otras mujeres en el mismo, con un requisito fundamental: estar preparadas para el cargo que van a desempeñar. Estudios realizados por Babson College y Chicago Family Business Center8 presenta la siguiente estadística: Cuando el control de la propiedad está en manos de mujeres, el 87% de los casos presenta mujeres de la familia con empleo a tiempo completo, comparado con un 45% de los casos cuando el control de la propiedad está en manos de los hombres:
- Preparación de la sucesión: Este aspecto se puede analizar desde dos enfoques. El primero, cuando se trata de iniciar el proceso de sucesión, es mucho menos traumático para el padre si es su hija quien interviene en este proceso, pues por lo general, llevan una relación más estrecha y afectuosa que evita el sentimiento de amenaza e inseguridad en el momento de realizar la sucesión. El segundo enfoque se concentra en la facilidad del proceso de sucesión cuando el control de la propiedad está en manos de mujeres. Este proceso se planea con mayor anticipación debido en gran medida, a la tendencia a confiar en terceros, rasgo característico de la mujer y a pensar más en la continuidad de la empresa que en su propio éxito personal. La siguiente tabla arroja algunos resultados de estudios realizados por Babson College y Chicago Family Business Center, en donde podemos observar que en casos en los que el control de la propiedad está en manos de mujeres, en el 49% de los casos ya se ha elegido un sucesor, en contraste con el 40% de los casos en donde el control de la propiedad está en manos de hombres.
- Composición equilibrada de los órganos de gobierno: En empresas familiares en las que el CEO es una mujer, se presenta un balance de género en cuanto a los integrantes de la Junta Directiva. Estudios realizados sobre el tema indican que las mujeres presentan un mayor grado de confianza en el trabajo que realizan terceros, independiente de su género.9
Analizando lo anterior, el aporte de la mujer a la empresa familiar puede analizarse desde los tres sistemas presentes en una empresa de este tipo: Propiedad, familia y trabajo.
Desde la Propiedad:
- Formación como propietarias
- Participación como propietarias activas
Desde la Familia
- Políticas familiarmente responsables
- Consejo de Familia
- Formación de futuras generaciones
Desde el Trabajo
- Formación en dirección-cargos directivos-comités
- Elaboración del código de ética
- Fomentar sistemas de evaluación por objetivos y remuneración por responsabilidades
Ganando Espacios a través del Consejo de Familia
Hemos observado cómo la mujer desde sus diferentes roles aporta competencias directivas esenciales para la empresa familiar. Pero, ¿Cómo lograr que las mujeres puedan contar un espacio dentro de la empresa familiar, el cual les permita conciliciar familia y trabajo? Estos espacios se deben empezar a generar en el órgano de gobierno familiar como es el Consejo de Familia, en donde se empiecen a promover mediante jornadas de formación y sensibilización, las políticas familiarmente responsables, creando estructuras que permitan a la mujer trabajar en la empresa y tener una vida familiar y personal. Dentro de la empresa, las mujeres pueden encontrar en los sistemas de evaluación por objetivos, el trabajo realizado desde la casa, las reuniones más concretas y ágiles, una alternativa para flexibilizar su horario. Sin embargo, es fundamental el apoyo de la alta dirección, de los propietarios de la empresa y de los demás directivos para lograr avances en este tema.
Cierre
Definitivamente, los tiempos han cambiado y es innegable la importancia que tiene el rol de la mujer en el desempeño de una empresa, no sólo por sus habilidades para conservar la unidad y armonía familiar sino también porque, al igual que muchos hombres, ha crecido dentro del entorno de la empresa familiar que algún día fundó su padre y/o su madre, ha vivido y aprendido cada día de las experiencias que su familia ha adquirido debido a la labor diaria en su empresa. De esta forma, al igual que hijos o esposos, la mujer, ya sea en su rol de esposa, madre, hija, accionista o fundadora también conoce a profundidad el cómo se desempeña la empresa de su propia familia, conoce su trayectoria y la estrategia para preservarla en el tiempo.
Es para la mujer, independientemente de su rol, una responsabilidad tanto familiar como social, trabajar y aportar para que la supervivencia de su empresa familiar se convierta en una realidad.