El control financiero futuro

Javier Tovar Márquez, profesor de INALDE Business School

Por Javier Tovar Márquez, Executive MBA

Profesor del Departamento de Dirección de Finanzas y Control Directivo.

Imaginarse el control en los próximos años es una pregunta que apunta no solo a tratar de resolver las dinámicas propias de un área específica del mundo empresarial (en este caso la financiera). Tiene en realidad un contexto mucho más profundo, ya que trata de entender la misma sostenibilidad empresarial.

De cara al futuro, el reto estará en poder responder a la velocidad, a las nuevas dinámicas y a encontrar las metodologías adecuadas para entender y traducir en información útil para la toma de decisiones los nuevos negocios que recién aparecen o que estarán por crearse.

Si bien no se perderán las metodologías actuales de control, creadas y enfocadas en las industrias tradicionales, en escenarios expost y en indicadores estáticos, sí evolucionarán. La velocidad del mundo y el propio contexto empresarial obligarán a quienes trabajen los temas de control financiero y de gestión a ser capaces de anticiparse; por tanto, el conocimiento en herramientas estadísticas y matemáticas con un enfoque en riesgos será fundamental.

El control financiero pasará de ser un proceso netamente aritmético para convertirse en un área que encuentre fácilmente y de manera recurrente puntos en común con disciplinas cómo la psicología y la ingeniería (principalmente la informática). Respecto a la primera, porque el control tiene que ver mucho con el comportamiento y las decisiones, de hecho, grandes avances en la teoría se relacionan con temas como la contabilidad mental, el cual ha sido ampliamente desarrollado por el ganador del Premio Nobel de Economía Richard Thaler. Respecto al segundo, se incrementará el uso de robots para cubrir procesos que irán desde la captura de documentos en sistemas de información hasta la elaboración de complejos informes y cuadros de control.

Por otro lado, gracias a las economías de escala (aplicables también al sector de servicios) y las propias bondades del mundo digital, los esquemas de centros de servicios compartidos y de clústeres se seguirán fortaleciendo y, por tanto, los procesos contables serán fácilmente trasladables a otras geografías (con bajas o nulas barreras de entrada).

Las ventajas competitivas para quienes trabajan en control financiero se concebirán no solo por el conocimiento técnico (cada vez más estandarizado, sistematizado y uniforme), sino por la adecuada lectura que se dé a los reportes financieros. Para ello, conocer de las variables (macro y microeconómicas) que afecten a cada país o región, resultará fundamental. No será descabellado pensar en países expertos en contabilidad para sectores como el farmacéutico o tecnológico, ya que para entender los resultados de este tipo de organizaciones será necesario entender la complejidad del modelo de negocios (pero ya no solo desde la óptica local, también global), analizar la dinámica por regiones, buscar eficiencias, asignar recursos y entender de forma estratégica los segmentos que lo componen, esta vez con una visión de 360 grados.