Son tiempos de crisis, no sólo para mí y los míos, sino también para el mundo y es preciso, por no decir extremadamente necesario, salir a flote.
Antes de contar mi historia y la de mis colegas las pymes que pertenecen a los sectores centrados en el consumidor, quisiera contextualizarlos un poco respecto del origen de la pandemia que, hasta el momento, continúa vigente en el planeta entero.
A finales del 2019,la ciudad de Wuhan, ubicada en China, reportó a la Organización Mundial de la Salud, OMS, la aparición de un virus, primo del también mortal virus del SARS, al cual esta organización llamó Covid-19.
Hoy, este virus ha cobrado la vida de 898.757 personas y los casos confirmados superan los 27 millones, mundialmente.
De acuerdo con la prensa nacional e internacional, el punto común de los primeros casos fue el mercado de Wuhan, en la provincia de Hubei.
Ante esta situación, los presidentes de los países afectados por la Covid-19 declararon un aislamiento preventivo obligatorio, es decir, que todas las personas debían permanecer dentro de sus casas, evitar las reuniones sociales, las aglomeraciones, y debían cerrar la actividad comercial con el fin de disminuir la propagación del virus.
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Esta decisión me llevó a cerrar mis puertas, de hecho, entre enero y mayo de 2020, el 26% de las pymes como yo tuvieron que cerrar, aunque en algunos países el porcentaje supera el 50%.
Esto, a su vez, me produjo una fuerte caída en ventas y redujo mi fuerza laboral, lo que desencadenó un despido masivo de mis colaboradores.
Pese a esta situación, siempre me mantuve optimista y en el presente 2020, gracias al Programa de Beneficios de la Línea de Acción No. 2: INALDE Consultor Pymes de INALDE Business School, que busca apoyar a las pymes en su gestión para optimizar la operación con nuevos proyectos y una visión sostenible, he logrado mantenerme a flote.
Juan Pablo Álvarez, exgerente general de Cidegas S.A.S. y PDD de INALDE; Claudia Álzate, gerente de Desarrollo de Producto y Estrategia de Findeter S.A. y Executive MBA de INALDE; Nicolás Arango, gerente general en PIT - Process Intelligent Business & Technology y Executive MBA de INALDE y, finalmente, Paulo Aranguren, socio de RIG Legal & Business y Executive MBA de INALDE, se ‘pusieron la camiseta’ y favorecieron diferentes alianzas estratégicas para ayudarme no sólo a mí sino a otras pymes afectadas por la pandemia.
Para cumplir esta misión de servicio y transformación, siguieron su propósito de establecer un puente entre quienes requieren apoyo y quienes lo puedan facilitar, conformando equipos especializados y comprometidos en transmitir el conocimiento para la dirección de las organizaciones.
En este caso, buscaron a aquellos con un genuino interés en apoyar a las Pyme en temas de financiación, e-commerce, distribución, conectividad y sostenibilidad.
En temas de financiación, por ejemplo, lograron con Finaktiva una reducción de tasa y puntos adicionales en nuestro estudio de crédito, al tiempo que establecieron una agenda de virtual meetings y formación corta en la que trataron desde el punto de vista de nosotras las pymes, temas de manejo financiero y de transformación digital.
A través del Banco Agrario, nos han presentado para que accedamos de manera preferente a los créditos que ha otorgado el Gobierno durante la pandemia.
En unión con TCC nos están apoyando con la integración del e-commerce y con la distribución de producto, mediante la creación de una página web propia con fotografías, descripción de productos, pasarela de pagos y, por supuesto, la distribución al cliente final.
Por otra parte, con su aliado Process Intelligent Business Technology PIT, nos dieron la posibilidad a las pymes de acceder de forma gratuita, durante tres meses, a una plataforma de conectividad.
Además, conscientes del fuerte impacto que tenemos las pymes en la sociedad y el medio ambiente, inculcaron en los empresarios un sentido de responsabilidad con el apoyo del Global Reporting Initiative GRI.
Allí los empresarios se forman para crear una visión con propósito, aprendiendo a crear y publicar sus reportes de sostenibilidad, construyendo confianza y una buena reputación que, posteriormente, se verá recompensada con tasas favorables para créditos y retención del capital humano.
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Gracias a la gestión de estos cuatro consultores y de un modo paulatino, empecé a recuperarme financieramente, a construir canales virtuales de contacto con mis clientes y a desarrollar mi sentido de responsabilidad social y sostenibilidad.
Adicionalmente, son otras 40 pymes que, al igual que yo, están recibiendo servicio de consultoría. Hasta el momento trece de ellas están gestionando créditos, siete estructurando la unificación de su e-commerce con la distribución y nueve se están organizando para recibir capacitación en temas de sostenibilidad, lo que contribuye a que el 90% del tejido empresarial, formado por nosotras las pymes, se fortalezca cada día más pese a cualquier dificultad que se pueda presentar.
Conoce más del proyecto de la Línea de Acción No. 2: INALDE Consultor Pymes, aquí.