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“El sentido de supervivencia de la nación genera una fuerza en la industria”

Dirección de Empresas
13/04/2020

María Lucía Ramos, asesora de la junta directiva y accionista del Grupo Mayagüez y PDD de INALDE Business School.

 

En medio de la coyuntura que está viviendo el país y el mundo entero frente a la pandemia del COVID-19, el Grupo Mayagüez ha donado más de 40.000 litros de etanol a diferentes departamentos de Colombia como el Valle del Cauca, Risaralda y Quindío, así como 250.000 litros para el Eje Cafetero, Cundinamarca y Bogotá. Asimismo, realizó una donación de 700 mercados para diferentes comunidades que viven en zonas de influencia vulnerables para enfrentar las circunstancias de aislamiento social.

Hoy el Grupo Mayagüez lo componen: Ingenio Mayagüez, Ingenio San Carlos e Ingenio Casur, lo cual lo posiciona como, según su misión, “una empresa agroindustrial multinacional diversificada de crecimiento continuo, que genera inclusión, desarrollo social, protección ambiental y prosperidad económica, haciendo de la sostenibilidad una estrategia de éxito empresarial”. Además, se ubica como una de las más destacadas industrias productoras de caña de azúcar en tres países de la región.

INALDE habló con María Lucía Ramos, asesora de la junta directiva y accionista del Grupo Mayagüez y PDD de INALDE Business School, acerca de cómo enfrentar esta pandemia desde la postura de las empresas agroindustriales y productoras de insumos esenciales como el alcohol y cómo desde la perspectiva de los directivos tomar medidas y decisiones en momentos de crisis.

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“Para el Grupo Mayagüez siempre ha sido esencial la donación de productos, acceso a la educación, centros de esparcimiento y bibliotecas en los municipios aledaños al Valle del Cauca y departamentos cercanos, pero este es el momento de donar y ayudarle al país entero”, asegura María Lucía.

El Grupo Mayagüez elabora varios productos que se aprovecharán positivamente en esta coyuntura, entre ellos: el azúcar que esparce su sabor en Colombia y diferentes países del mundo como Perú, Chile, Venezuela, República Dominicana, Haití, Jamaica, Estados Unidos, entre otros. El etanol y alcohol industrial que resultan en un producto combustible oxigenante, usando como materia prima una fuente renovable de energía como la caña de azúcar, y estos productos, aclara María Lucía, “se podrán usar en gran abundancia para desinfectar las superficies en hospitales, ambulancias y diferentes elementos médicos, así como para la higiene personal. Por su parte, el etanol lo podremos utilizar para transportar nuestro producto en medio de la contingencia”. La cogeneración de electricidad también hace parte de la producción del Grupo Mayagüez la cual contribuye a la reducción de la emisión global de gases de efecto invernadero y esta energía seguirá manteniendo los hogares de los colombianos y hospitales (que requieren gran consumo de electricidad) con energía limpia.

Por esto, “hemos decidido, desde el grupo, donar casi 300.000 litros de etanol a diferentes departamentos de Colombia, así como mercados para las zonas vulnerables cercanas al Valle del Cauca y, por supuesto, el trabajo y esfuerzo de nuestros colaboradores en las plantas de producción, el campo y las oficinas, quienes siguen trabajando sin parar, con los cuidados necesarios y están comprometidos enteramente con el país”. Además, “creemos que en la unión está el triunfo y la dicha de tener un país sano, próspero y siempre con una comunidad buena, agradecida, trabajadora y verraca”, resalta María Lucía.

En medio de esta situación, María Lucía explica que “en el mercado el azúcar dobló la producción y las ventas por el mismo requerimiento que ha tenido el país. Con respecto al etanol, el consumo de gasolina en Colombia se ha disminuido a un 70% y para esto hemos pedido al Gobierno que durante este periodo de emergencia no se importe etanol, sin embargo, también hemos encontramos otros mercados que estamos empezando a procesar”.

En términos de cuidados internos en la empresa, “hemos implementado un protocolo de limpieza, distanciamiento y seguimiento muy estricto para evitar el contagio y la propagación del virus, tanto en las fábricas, en el campo, en los laboratorios y las oficinas, así como en el transporte de los funcionarios, la entrega de la caña de azúcar y, por supuesto, también se ha decidido implementar el teletrabajo, el cual ha dado muy buenos resultados”, destaca María Lucía.

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Esta crisis ha presionado a la gran mayoría de industrias y empresas (principalmente del sector de producción) a plantear nuevas estrategias y modelos de negocios, siempre pensando en el cuidado de sus trabajadores y María Lucía expone su postura frente a estas decisiones: “La crisis nos obligó a dar prioridad a nuestros colaboradores, incluyendo los proveedores y la comunidad en general. Nos ha permitido encontrar posiciones críticas que no tenían respaldo, a explorar otros mercados, a pesar de las trabas legales y gestiones gubernamentales, que hoy se han flexibilizado, y además el Gobierno ha entendido la necesidad de conservar la capacidad nacional de insumos críticos como el alcohol”.

Es un momento para reinventarse, revisar y modificar la estrategia de cada empresa, así como sus lineamientos y aprovechamiento de las plataformas digitales para crear nuevas interacciones con todos los públicos. A pesar de que es una crisis negativa para muchos sectores económicos del país, “esta dificultad ha tenido un efecto positivo en la cohesión del gremio y creo firmemente que todos los ingenios del sector agroindustrial, a partir de esta experiencia, pueden trabajar más unidos para fortalecer la industria”, resalta María Lucía.

“El sentido de supervivencia de la nación genera una fuerza increíble en la industria que entiende que no solo se debe producir riqueza para el accionista sino seguridad para los colombianos. Creo que ayudar, colaborar y suplir las carencias de otros es obligación de todos y más de aquellos que son directivos, que son quienes ponen las industrias a producir y dictan cómo va a ser el camino de este país, siempre debemos acodarnos del prójimo”, concluye María Lucía.