Creo que debemos estar muy agradecidos por el mundo que nos tocó vivir. Cuando alguien se lamenta “de lo mal que están las cosas hoy en día” o añora los “mejores tiempos pasados”, me gusta preguntarle: “¿Cuándo estuvimos mejor? ¿En qué época le hubiera gustado, entonces, vivir?”.
Muchas veces, después de días álgidos y frenéticos, los directivos no están satisfechos con sus resultados. Pueden Incluso, sentir que pierden el control de su vida en medio de un trabajo desbordante.
¿Qué diferencia a los malos directivos de los buenos? Según Juan Manuel Parra, profesor de INALDE Business School, esta cuestión agobia a quien debe ocupar un cargo de dirección, a la vez que amarga a quienes toman la decisión de ascender.
En la cuarta Revolución Industrial, los directivos se preocupan por construir una empresa acorde con las nuevas tendencias, las estrategias transformadoras y los procesos tecnológicos, pero ¿se enfocan en cómo ofrecer sus productos/servicios de manera innovadora?
Los reconocimientos son algo escaso en las empresas. Según un estudio reciente, un 80% de empleados bien pagados se sienten a la vez poco reconocidos o mal compensados.
Durante su reciente visita a INALDE Business School, Enrique González Bacci, vicepresidente de Gestión de lo Humano de Bancolombia, compartió su visión acerca del papel relevante que deben cumplir estas áreas en un mundo caracterizado por los acelerados cambios, en el cual los empleados cumplen un papel protagónico al interior de las organizaciones.
Martin Schleicher, profesor de IAE Business School e invitado de INALDE compartió su visión acerca de algunos de los principales desafíos que deben afrontar los directivos de hoy: los líderes 4.0 en la Cuarta Revolución Industrial.
Qué más quisieran directivos y empresarios que muchas oportunidades. Estas aparecen y aumentan con las organizaciones, pero es conveniente saber que no se puede decir sí a todas.
“Un buen entrenador debe acercar al jugador a su máximo potencial o descubrirlo. Esa es su principal función y la que debe ocuparlo todos los días en su trabajo”. Marcelo Bielsa, técnico argentino, sintetizó la función de un directivo: el desarrollo de su equipo.